GABRIEL OROZCO- ENTREVISTA
Gabriel
Orozco es uno de los artistas mexicanos más conocidos del mundo, y con más peso
específico en el mercado y en el debate del arte contemporáneo.
¿Qué te llevó a
aceptar el encargo de la Biblioteca Vasconcelos, un proyecto polémico en su
origen, al que se opuso largamente la comunidad cultural y que, para ciertas
sensibilidades, te colocaría en el incómodo sitio del artista oficial?
Hay momentos en que un artista tiene que
pensar su obra –y yo trato de pensarla siempre así– más allá de lo
circunstancial. Un artista debe ponerse siempre por encima de la grilla y de la
“comidilla” local. Nunca nada de esto me ha hecho titubear; ni dependo de ello
para trabajar. Me tomé la libertad de decir que sí, porque la idea era buena y
el edificio de Kalach también.
Orozco provengo de la tradición muralista,
del arte público, de la izquierda. Su educación y manera de pensar no son para
nada intimistas. Piensa que una fotografía como La isla dentro de la isla es de hecho tan monumental, como un
rascacielos; o tan íntima como un
Aliento sobre el piano. Su obra es quizá “antimonumentalista”, pero no
antimonumental. Es íntima pero no intimista. En realidad, su actitud nunca es
“anti” nada, no es un reaccionario; construye
situaciones en las cuales puede haber una contradicción y un juego entre
la escala del individuo y su entorno.
Le
interesa la palabra monumental, el arte público, pero también le interesa el
individuo y el arte privado, en un sentido de tener una actitud personal ante
las cosas.
Ya no se
pregunta ¿eso es arte?, si no que ahora se pregunta ¿eso es arte?
Lo
artístico y lo poético sucede en varios momentos, desde el proceso creativo
hasta la presentación final de la obra, y su desarrollo posterior.
Todo
arte tiene su propio tiempo de ser arte, en el arte de Orozco es el tiempo lo
que importa, no el espacio.
Es en el
tiempo donde sucede lo artístico, no en el espacio. También ocurre que hay
obras en que el proceso es muy interesante, pero el resultado es aburrido. En
otras, al revés, el proceso es tedioso pero el resultado final espectacular. Es
muy importante el momento en que se presenta la obra, porque es cuando se hace
pública, cuando entra en comunicación con los demás.
Arte
privado
Una obra de carácter público tiene éxito, o
funciona, cuando es capaz de convertirse en símbolo de un país, de una
identidad nacional. Cuando Orozco encontró la idea para la pieza de la
biblioteca, le pareció interesante incluso como experiencia. Si la biblioteca
termina algún día en ruinas, por ejemplo, y adentro hay unos huesos de ballena
dibujados, semienterrados, la pieza aun así tendrá sentido.
La expectativa de Orozco ante su obra
Menciona que no tiene expectativas. Su obra
sigue generando escepticismo en la gente es por esta razón que no espera la
aprobación de los demás.
Tratando de hacer una exposición
interesante, divertida, nueva. Para nada pretendo que sea una exposición
consagratoria; no incluyo ninguna de las piezas más conocidas o emblemáticas,
salvo Papalotes negros.
“Taller de los viernes”
México estaba muy encerrado. En parte por
eso se hizo el taller. La gente se empezó a acercar porque yo sabía cosas: por
la educación que tuvo, sabía pintar, tenía técnica, pero además sabía fechas,
cuándo se había hecho tal o cual obra, quién la había hecho (en eso fué
autodidacta), tenía esa clase de información que no llegaba a México tan
fácilmente.
Orozco con el juego del mercado del arte
“mi galería nunca le vende a un especulador
del arte. El mercado es una arena donde se desenvuelve el individuo en función
de su ideología, sus intereses, sus valores. El mercado no tiene la culpa.
Muchos en México todavía hablan del mercado del arte como si fuera el diablo:
es como culpar al mar de que te ahogaste. El mercado en realidad es otro
espacio del arte, como el museo, la calle o la sala de la casa; otro espacio
donde el arte circula públicamente.”
“Matrix
Móvil: como no hay mercado de ballenas (no se puede comprar una
ballena), todo el circuito de producción y consumo de ese objeto artístico se
quedó en el interior de lo que se considera patrimonio nacional. Jamás entró al
mercado, todo fue institucional. Para mí era interesante explorar ese terreno.”
" la ballena"
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