martes, 25 de noviembre de 2014

La posmodernidad del siglo XXI - Gabriel Orozco , entrevista

GABRIEL OROZCO- ENTREVISTA



Gabriel Orozco es uno de los artistas mexicanos más conocidos del mundo, y con más peso específico en el mercado y en el debate del arte contemporáneo.
¿Qué te llevó a aceptar el encargo de la Biblioteca Vasconcelos, un proyecto polémico en su origen, al que se opuso largamente la comunidad cultural y que, para ciertas sensibilidades, te colocaría en el incómodo sitio del artista oficial?
Hay momentos en que un artista tiene que pensar su obra –y yo trato de pensarla siempre así– más allá de lo circunstancial. Un artista debe ponerse siempre por encima de la grilla y de la “comidilla” local. Nunca nada de esto me ha hecho titubear; ni dependo de ello para trabajar. Me tomé la libertad de decir que sí, porque la idea era buena y el edificio de Kalach también.



Orozco provengo de la tradición muralista, del arte público, de la izquierda. Su educación y manera de pensar no son para nada intimistas. Piensa que una fotografía como La isla dentro de la isla es de hecho tan monumental, como un rascacielos; o tan íntima como un Aliento sobre el piano. Su obra es quizá “antimonumentalista”, pero no antimonumental. Es íntima pero no intimista. En realidad, su actitud nunca es “anti” nada, no es un reaccionario; construye  situaciones en las cuales puede haber una contradicción y un juego entre la escala del individuo y su entorno.

Le interesa la palabra monumental, el arte público, pero también le interesa el individuo y el arte privado, en un sentido de tener una actitud personal ante las cosas.

Ya no se pregunta ¿eso es arte?, si no que ahora se pregunta ¿eso es arte?
Lo artístico y lo poético sucede en varios momentos, desde el proceso creativo hasta la presentación final de la obra, y su desarrollo posterior.
Todo arte tiene su propio tiempo de ser arte, en el arte de Orozco es el tiempo lo que importa, no el espacio.
Es en el tiempo donde sucede lo artístico, no en el espacio. También ocurre que hay obras en que el proceso es muy interesante, pero el resultado es aburrido. En otras, al revés, el proceso es tedioso pero el resultado final espectacular. Es muy importante el momento en que se presenta la obra, porque es cuando se hace pública, cuando entra en comunicación con los demás.

Arte privado

Una obra de carácter público tiene éxito, o funciona, cuando es capaz de convertirse en símbolo de un país, de una identidad nacional. Cuando Orozco encontró la idea para la pieza de la biblioteca, le pareció interesante incluso como experiencia. Si la biblioteca termina algún día en ruinas, por ejemplo, y adentro hay unos huesos de ballena dibujados, semienterrados, la pieza aun así tendrá sentido.

La expectativa de Orozco ante su obra

Menciona que no tiene expectativas. Su obra sigue generando escepticismo en la gente es por esta razón que no espera la aprobación de los demás.
Tratando de hacer una exposición interesante, divertida, nueva. Para nada pretendo que sea una exposición consagratoria; no incluyo ninguna de las piezas más conocidas o emblemáticas, salvo Papalotes negros.

“Taller de los viernes”

México estaba muy encerrado. En parte por eso se hizo el taller. La gente se empezó a acercar porque yo sabía cosas: por la educación que tuvo, sabía pintar, tenía técnica, pero además sabía fechas, cuándo se había hecho tal o cual obra, quién la había hecho (en eso fué autodidacta), tenía esa clase de información que no llegaba a México tan fácilmente.

Orozco con el juego del mercado del arte

“mi galería nunca le vende a un especulador del arte. El mercado es una arena donde se desenvuelve el individuo en función de su ideología, sus intereses, sus valores. El mercado no tiene la culpa. Muchos en México todavía hablan del mercado del arte como si fuera el diablo: es como culpar al mar de que te ahogaste. El mercado en realidad es otro espacio del arte, como el museo, la calle o la sala de la casa; otro espacio donde el arte circula públicamente.”


Matrix Móvil: como no hay mercado de ballenas (no se puede comprar una ballena), todo el circuito de producción y consumo de ese objeto artístico se quedó en el interior de lo que se considera patrimonio nacional. Jamás entró al mercado, todo fue institucional. Para mí era interesante explorar ese terreno.”

" la ballena" 

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