La crisis, el
New Deal, el nazismo
· Una
vez muerto Lenin, el torrente revolucionario volvió a su cauce.
·
Desde 1924 hasta 1929 transcurre una especie de segunda
Belle Époque. El mundo, dominado por Francia e Inglaterra,
pareció restablecerse con un pacífico progreso; los
americanos habían vuelto a sus casas; la Rusia de Stalin y de
los «planes quinquenales» había abandonado, por un tiempo, su «revolución».
·
Las mujeres renacían. Durante la Gran Guerra, las mujeres habían tenido que
reemplazar a los hombres (que habían
marchado al frente) en los talleres, las fábricas, en los campos, en las
oficinas, a pesar de que la República
todavía se negaba a darles el derecho al voto. Pero en Estados Unidos se lo concedieron en 1920, y a
continuación en la Turquía
kemalista. La imagen de la mujer cambió,
la gargonne se cortó el pelo y cambió el vestido de miriñaque por
la falda corta.
·
Ford, General Motors, US Steel. Las fábricas Ford producían
nueve mil automóviles a motor diarios, del modelo T. Ford creó la teoría de
aquel nuevo estilo de capitalismo: para ganar dinero, hay que vender mucho.
·
En febrero de 1929, Mussolini firmó con el Papa los
acuerdos de Letrán, que pusieron fin a la crisis abierta en 1870 por la
ocupación italiana de la ciudad pontificia. El Papa
dispuso de un miniestado, el Vaticano, y de una estructura
diplomática.
·
Hombres de negocios se suicidaron tirándose de lo alto
de los rascacielos. Los precios bajaron de golpe un 20%. El comercio
mundial se hundió. En Estados Unidos, un cuarto de la población
activa se encontró sin recursos.
·
Adolf Hitler (1889-1945), de origen austríaco, antiguo
combatiente de la guerra de 1914, era un extremista que había
fundado, en septiembre de 1920, el partido
nacionalsocialista.
nacionalsocialista.
· Es
verdad que los jóvenes comunistas y los scouts de Baden-Powell
participaban de los fuegos de campamento por la noche y
del amor a la naturaleza. Pero el objetivo de la
educación de la Unión Soviética, y de la que ofrecía el
movimiento scout y las corrientes católicas, era formar
hombres (y mujeres).
Hitler y las democracias
- · Hitler fue más lejos. Puesto que el tratado de Versalles había desmilitarizado Renania (la margen izquierda del Rin), el 7 de marzo de 1936 envió allí algunos regimientos para reocuparla hasta la frontera francesa.
- · España se vio partida en dos: el oeste (excepto el País Vasco) para los golpistas; el este, con Madrid y Barcelona, para la República del Frente Popular. Inmediatamente, Hitler y Mussolini apoyaron a los nacionales (de aquella época data la fortuna de la palabra «fascismo»).
- · En España, la guerra civil era sangrienta; los dos partidos representaban dos concepciones del mundo irreconciliables.
- · España servía de conejillo de Indias para Hitler, Mussolini y Stalin, y para sus ideologías.
- · En realidad, a Japón le importaba poco enfrentarse a la URSS; sólo quería tener las manos libres en el sureste asiático. De hecho, la URSS y Japón nunca se enfrentaron en una guerra.
- · Alemanes y franceses se miraron con hostilidad —es lo que se llama «la extraña guerra»— durante siete meses: desde la capitulación de Varsovia hasta el ataque contra Sedán; del 26 de septiembre de 1939 al 10 de mayo de 1940. ¿Por qué? Generalmente se alegan razones meteorológicas: el mal tiempo.
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